...Fin y continuará...
Un largo suspiro antecede estos primeros golpes de teclas; por fin el corazón y los nervios encuentran el sosiego necesario para mirar hacia atrás y recordar. Cuando el tic nervioso de mi ojo izquierdo empieza a menguar, luego de reportajes (valga el plural para muchos), gramática, Marcia, Bermello, ITIC (no me digan que no se acuerdan del modelo de Jacobson, que es fundamental en la comunicaxiooón), me detengo por un momento a mirar a la gente con las cuales he compartido el último año y no reconozco a los tímidos muchachos de aquellos primeros días.
Como comenzar por el final es siempre más difícil me voy a ir por el estilo de Tarantino; aquí tienen el primer flashazo que nos lleva a donde todo comenzó: - ¿Muchachos, quién sabe lo que es comunicación? Esta pregunta se repitió a lo largo del semestre, nunca fueron suficientes los terrenales intentos de darle respuesta a tan gigante incógnita. Luego de leer todos los libros posibles sobre el tema y poner en una base de datos: (Concepto OR Definición) AND (Comunicación) he concluido que solo Dios sabe la respuesta.
Continuando la historia en mí accidentado estilo cronológico me gustaría ponerle un buen título informativo a la siguiente sección: Y en eso llegó Ronquillo.
Pero no solo llegó él, sino Marcia y sus excelentes clases de historia neocolonial (juro que nunca vi esa asignatura en el plan de estudio pero igual aprendí y la disfrute muchísimo). I Llegó Mayra al aula, II que es además teatro de la facultad (II: nS: Que/ nPN: teatro/ e: que + p.o.s / n: que (pronombre relativo)/ f: complemento de sustantivo); llegaron también los leads de quién, de qué, de cómo; y cuantos puedan caber en las seis palabras que marcaron el primer semestre: La Nota. Mientras nos adaptábamos al nuevo mundo del estilo directo y la vida empezó a tomar forma de pirámide invertida, descubrimos que la OBJETIVIDAD, así con todas sus letras, no existe ni en la matemática que va del uno al cinco. Lo importante es la honestidad profesional, la ética y la moral, y creo que eso siempre lo hubo. Si me preguntasen cuánto hemos cambiado desde entonces tendría dos formas de respondérselo, en por ciento o en número, pero la verdad es que no lo sé en ninguna de las dos.
El próximo corte en la historia viene con las prácticas en los periódicos, que constituyeron el primer acercamiento en caliente al periodismo. Como ya algo había escrito sobre este tema me ahorro el "trabajo enajenado" y reproduzco textualmente las partes más importantes.
"El brillo en los ojos es típico del que ha publicado. No se por qué a los de JR le brillan tanto y tan seguido (envidia de la buena). Los familiares, casi siempre mamá y papá, viven pendientes de los periódicos; cuando encuentran el nombre de su hijo(a) en blanco y negro el escándalo es colosal. Se enteran los compañeros de trabajo, los vecinos y todo el que tenga la suerte o la desgracia de aparecer en su agenda telefónica. Una madre compró 20 rotativos para repartir entre los allegados, otra gritó tan fuerte en su oficina que los trabajadores pensaron que habían aumentado el salario; un padre no pudo controlar la emoción, y tuvo que llorar frente al diario en que aparecía la misma combinación de letras del acta de nacimiento de su bebe."
"Se nos ve montados en carros, rojitos casi siempre, luchando por la noticia. Lo de los carros es pura comodidad, más de uno estaría dispuesto a ir de rodillas arrastrando una piedra con tal de conseguir una buena historia. Los periodistas viejos, digo, antiguos se están organizando porque ven en peligro su puesto. "Contra esa competencia no se puede ", expresó uno que ronda los 70. "Gracias a dios, el MED o el que sea, que no les pagan: hacen todo eso de gratis, imagínate si les pagaran", eseveró otro al que le costó 100 CUC cambiar su acta de nacimiento para retirarse diez años más tarde."
Regresamos de esas prácticas con ilusión y ganas de hacer. Muchos compañeros echaron raíces en los medios y continuaron publicando, o revisando el correo que es igual de importante.
El rey de los géneros periodísticos campeó en la primera mitad del segundo semestre, aunque para muchos se extendió un poco más. El número de reportajes realizado se convirtió en la mediada universal del agotamiento. Descubrimos en esta etapa otra faceta del hacer de los periodistas: la lucha contra el burocratismo y el miedo de las fuentes a la grabadora.
Quiero hacer un aparte aquí y dar las gracias al profesor de redes por todo el tiempo que nos regaló para emplearlo en otras tareas. Dicen las malas lenguas, no tengo seguridad de esto, que el profe tiene vocación de poeta, les dejo un versito para que juzguen ustedes mismos: "Pasarás por mi turno, sin saber que pasaste". A la clase de redes siempre la cubrió un manto de misterio: subían 15 al aula y en la hoja de lista firmaban 57. Taladrid esta muy interesado en realizar un Pasaje a lo Desconocido sobre este hecho paranormal.
Otro flashazo nos devuelve al final de la historia: hoy se acaba primer año de periodismo. No somos los mismos de aquellos días donde tanteábamos casi a ciegas en busca de afinidades. Ya hay gente a nuestro lado a las cuales podemos, sin miedo alguno, llamar AMIGOS, y apartando todos los conocimientos y experiencias que le exprimimos a este curso; creo que eso, los buenos amigos, es lo más importante que nos llevamos del primer año que se acaba.
- Hey muchachos cinco minuticos, no se vayan todavía, que tengo que decir una cosa. Rapidito para que puedan irse de vacaciones, ver a la familia, despejar y recuperar todo el sueño perdido. Ha sido un inmenso placer haber compartido este año con ustedes. Si, ya se que me he puesto meloso y cursi, pero no lo puedo evitar. Los voy a extrañar mucho estos meses de ocio, y desde ya, no veo la hora de volvernos a encontrar en segundo año para continuar haciendo nuestra historia.
PD: No dejen de hacer locuras estas vacaciones, que, como dice Marcia, con eso del cambio climático cualquier día nos levantamos con el agua al pecho.
Sergio Alejandro Gómez Gallo
La Habana, 29 de junio de 2007 1:30 a.m.